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Cuaderno de Filosofía (4) | Divagaciones sobre el tiempo y la eternidad

19 May

Para la mayoría de la gente la eternidad evoca un concepto de tiempo lineal, una sucesión de duración infinita de nuestro universo. El momento por su parte evoca un momento fugaz que no pudimos retener.

Las palabras hacen surgir generalmente en nuestro cerebro imágenes o conceptos elaborados a partir de lo que conocemos por nuestra experiencia. Anticipamos una duración normal de nuestra vida, conocemos las estaciones, los días y las noches, las fases de la luna. La medida del cambio, de la rotación de la tierra, de estos fenómenos naturales, es lo que se llama el tiempo.

Sólo se trata en realidad de una medida del cambio, de una segmentación de la duración, de todo lo que evoluciona.

En un vacío absoluto, el tiempo no existe. Si ninguna actividad está presente, si no cambia nada, si ninguna medida es pues necesaria, el tiempo no tiene ningún sentido.

Si nuestro universo surgió de la vacuidad, el tiempo nació con él. Sin universo, no hay tiempo. Si esto es verdadero, ¿qué quiere decir la eternidad para nosotros que vivimos en un mundo temporal? La eternidad se definiría entonces fuera del tiempo; en realidad la eternidad sería lo que es cuando el tiempo no existe.

Ciudadana Mónica