Siempre he creído que el camino más fructífero para arribar a la paz y la equidad social es el de la educación. Nada sólido puede construirse si no se cimenta en ella.
El resto, vendrá luego por añadidura.
Por fortuna hay gente que además de pensarlo, se decide, se une y apuesta por ello.
Los que hacen Lápices para la Paz parecen ser de los que construyen con sonrisa en rostro… y eso multiplica los buenos resultados.
Les dejo el enlace de su web y los invito a votarlos en El Poder de la Gente, creo que lo merecen.
Amigos