Cuando la inventiva suple a la desesperanza
La abogada y ecologista boliviana Ingrid Vaca Díez, creadora de un novedoso sistema de construcción, utiliza botellas descartables de vidrio y plástico rellenas con tierra que reemplazan a los ladrillos y las une con una especie de adobe. Con esta técnica ha levantado en su país siete casas para familias carenciadas.
Ahora está en Roldán (Santa Fe, Argentina) enseñando el método a un grupo de voluntarios que se enteraron de su técnica y decidieron aplicarla para ayudar a una familia humilde. La comunidad aportó las botellas y los materiales necesarios para construirla.
Vaca Díez quiere que los vecinos repitan esta experiencia para que la cuadra se pueda convertir en un singular centro turístico, como ocurre en Bolivia, y que sea fuente de ingresos para sus habitantes.
En Roldán están usando tierra colorada bien zarandeada como mezcla de asiento para las botellas en una proporción de cuatro partes por una de cemento y una cucharada de albañil de cal. Con esa masa se unen las botellas previamente rellenas con tierra. Una vez levantada la pared, se cubren los huecos entre los picos de las botellas con una mezcla a base de tierra y cemento. Los últimos cuatro centímetros se terminan con un preparado de tierra y poca proporción de cemento, azúcar, sal y leche en polvo vencida, que ayuda a compactar. La fórmula la va elaborando de acuerdo con los materiales que tenemos disponibles en cada lugar y las características de la zona. También usa bosta de vaca o engrudo.
Estas viviendas son dignas, seguras, confortables, de muy bajo costo, antisísmicas y decorativas. Cuando hace calor son frescas y calientes cuando hace frío. En Bolivia las casas son construidas por mujeres y niños supervisados por ella misma, es un trabajo bien minucioso y artístico.
En marzo, la creadora del sistema irá a Montevideo a enseñar a preparar las botellas, ver cómo es el terreno y hacer los planos. Luego regresará para supervisar la construcción.
En unos meses irá a Haití invitada por la OEA para ayudar a reconstruir las viviendas con este método que es antisísmico. También la contactaron interesados de El Salvador, Honduras, Perú, Estados Unidos y Europa. Roldán es el primer lugar fuera de Bolivia donde construyó este tipo de viviendas.
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