Mr. Burns
- Créate problemas, y si no tienes bastante con los tuyos asume como propios los de los demás. Llena tu vida de complicaciones reales o ficticias, y concede gran importancia a todos los sucesos negativos.
- Piensa que siempre tienes la razón. Todo es blanco o negro, y sólo existe una verdad absoluta: la tuya. Rechaza de entrada lo que digan los demás, incluso cuando pueda aportarte algo positivo. Si la idea o propuesta no es 100% tuya, deséchala, seguro que no merece la pena.
- Vive obsesionado. Elige un acontecimiento suficientemente negativo de tu memoria, conviértelo en recuerdo imborrable y tráelo a tu mente una y otra vez, hasta que sólo vivas para pensar en ello. Así, las dificultades cotidianas no absorberán tu atención.
- El presente no merece la pena, piensa siempre en el futuro. Aplaza el disfrute de los placeres de este o aquel momento, porque no puedes saber lo que te deparará el futuro. Confórmate con lo malo conocido y no te arriesgues ante lo bueno por conocer. Tortúrate pensando en todo lo negativo que te podría ocurrir dentro de unos años.
- Jamás te perdones. Llegarás a un punto en el que tan sólo sentirás autocompasión. Piensa que tú eres el único responsable de lo que te ocurre, y nunca creas que hay situaciones que escapan a tu control.
- Invierte tu tiempo sólo en urgencias. Si un asunto no necesita de imperiosa resolución, postérgalo; primeramente hay que responder a los compromisos que requieren inmediata respuesta (sean del calibre que sean), aunque ya hayas comprometido tu tiempo en otros menesteres menos redituables.
- No compartas tu tiempo con quien no te brindará un beneficio desestima las reuniones o encuentros con personas que sólo pretendan pasar el tiempo en forma recreativa sin utilidad ni compromiso.
- No te detengas. Siempre corre. «El tiempo es oro» motiva tus días con ese slogan, el descanso y el ocio son puro desperdicio.
- No olvides un agravio. La venganza es dulce y tarde o temprano surge la oportunidad de devolver el agravio a quien nos humilló o lastimó, concéntrate en ese objetivo para lograr que tus fuerzas no desaparezcan.
- A cada quien lo suyo. No compartas, aunque pienses que te sobra. Hoy lo tienes, mañana quizás no y si te lo has ganado, solo tú mereces el disfrute.
- Cuida tus espaldas. En cada sitio puede haber alguien a quien no le caigas simpático, o a quien le moleste tu puesto o tu presencia. Ten sumo cuidado, no hagas confidencias. Aunque las personas aparenten empatía, a la larga cada quien actúa según su propio interés y beneficio.
(hay personas que aplican estas pautas en cada uno de sus días! jejeje)
Agenda de ideas 
Algunos (sólo algunos) de los casos que citas, me ocurren a mí: vivir obsesionado por las pequeñas cosas, por el temor de lo que puede ocurrir, asumir los problemas de media galaxia… sí, sí, éso debería cambiarlo, pero no sé, sólo a veces me libero.
Todo lo demás, creo que lo supero bien.
Un abrazo, Mónica!
😉
jejejee…dicen que la virtud es el justo medio entre dos defectos, por ejemplo, esmalo ser despreocupado, pero también serlo por exceso. Llegar al equilibrio puede ser bastante complicado. Como madre, lo que más me cuesta es dejar de asumir como propias las responsabilidades de mis hijas. Ya no son tan chicas y ser independientes conlleva el riesgo de equivocarse. Caigo fácilmente en al sobreprotección y en recordarles TODO !!!!jejeje
…pero bueno, hay que seguir aprendiendo.
Saludos domingueros!
Y pensar que a veces somos así…
Me avergüenzo!
Un beso
P